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El color gris me gusta muchísimo para pintar las paredes de la casa, sobre todo si los muebles son de color blanco pero siempre he pensado que es un color bonito para decorar el salón (en casa lo tenemos así), pero después de ver estas imágenes pienso que combinado con una tonalidad llamativa queda precioso para una habitación de bebé.
El gris queda genial si lo combinamos con fucsia, amarillo, o turquesa. En este caso han decorado la habitación en tres tonalidades que casan a la perfección, gris y fucsia en las paredes, y blanco, fucsia y plata para el mobiliario, muy estilo princesa con una lámpara de araña, espejo y mecedora que le aporta el toque vintage aunque con estilo totalmente renovado.
¿Os
gusta este tipo de decoración o preferís la clásica en colores neutros?
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